martes, 14 de julio de 2009

Editorial


¡¡¡Cuidado!!! Periódico en Construcción.

Hoy, nos aventuramos a caminar por esos ya tan trajinados y a la vez tan solitarios rumbos de la comunicación y lo hacemos con ésta, la primera edición del periódico El Andarín. Partimos con la idea que desde este espacio podemos darle otro sentido, podemos comprenderla y asumirla desde el diálogo, el intercambio, la participación, es decir, desde lo colectivo.

Tal parece que de tanto ir y venir por estos senderos hemos olvidado poner el acento en esos hombres y mujeres comunes y corrientes, en sus vidas cotidianas, en sus problemas, necesidades, sueños, esperanzas y desesperanzas. Esos hombres y mujeres que brillan por su ausencia en nuestros medios y a los que escasamente les relegamos el papel de opinar a través de una llamada, un mensaje de texto o un correo electrónico. Hemos olvidado que quizás lo más difícil y a la vez enriquecedor es hacer comunicación con y para la gente.

¿Y esto, que quiere decir? Pues que tal vez, deberíamos invertir papeles, deberíamos empezar a escuchar a nuestros lectores, televidentes, oyentes – y también a los que no lo son-. Deberíamos dejar que sus palabras, saberes, experiencias, vivencias, gustos e interrogantes impregnen nuestros medios y que éstos, sean el reflejo de doña Anita -la señora que vende las arepas en la esquina- o de don Polo -el vigilante de la cuadra-, en fin, de la comunidad.

Desde aquí, hacemos la invitación a que nos acompañen a andar por estos caminos, a hacer proceso juntos, a descubrir e inventar otras formas de comunicarnos, a soñar, pensar y construir un proyecto de sociedad desde nuestra casa, trabajo, colegio, universidad, barrio, calle; desde lo que hacemos todos los días.

Por eso, si quieres escribir, dibujar, diagramar, tomar las fotos, hacer las entrevistas, participar en la elección de temas y de toda la elaboración del periódico bienvenido seas. Si quieres decir o hacer algo pero se te dificulta un poco, pues aquí lo hacemos entre todos, conversando y tomando tinto -o cualquier otra cosa que a ustedes les guste-. Como dice una canción “caminante no hay camino, se hace camino al andar” y, tú decides si lo haces con nosotros.




lunes, 13 de julio de 2009

Editorial


Soñando Caminos


En El Andarín seguimos caminando y recorriendo nuevos rumbos. Esta vez hemos querido hacer una travesía por el mundo de los Derechos Humanos, por eso, usted podrá encontrar en esta tercera edición algunos artículos que intentan de una u otra forma reflejar esta temática.

Cuando decidimos empezar este trayecto partimos convencidos que desde este espacio queríamos no sólo reflejar a las personas con sus problemas, necesidades, cotidianidades, ilusiones y contradicciones, sino además, empezar a construir un proyecto de sociedad con, desde y para la gente. Por eso, en El Andarín nos declaramos no neutrales y lo hacemos porque desde aquí hemos asumido un compromiso y una responsabilidad con el ser humano. Compromiso y responsabilidad que creemos debe hacerse no sólo desde la reflexión sino también desde la acción.

Hoy, pasados algunos días de la celebración internacional de los Derechos Humanos y reconociendo que lo escrito en el papel dista mucho de la realidad y que por lo tanto, hay más motivos para continuar, queremos resaltar a quienes con sus actos hacen de la vida un encuentro con el amor, la esperanza, los sueños. A quienes levantan su voz contra las injusticias. A quienes creen en un mundo justo, digno y humano; pero en especial, a quienes luchan por construirlo.

Porque creemos en la gente, en la posibilidad y el derecho que tenemos de imaginar, soñar y cambiar la realidad en la que vivimos. Porque creemos y queremos un mundo donde se pueda vivir sin el temor al hambre, a la miseria, a la explotación, donde podamos “trabajar para vivir y no vivir para trabajar”, donde la justicia, la solidaridad, la fraternidad sean el pan de cada día. Porque a pesar de la desesperanza y la resignación de muchos, de los abusos y los atropellos contra el ser humano, de la pobreza que se crea y después se castiga, de la comercialización de la cultura, la dignidad y todo aquello que no tiene precio, aún seguimos creyendo que no todo está perdido y, como dice la canción, hoy y siempre venimos a ofrecer el corazón.

domingo, 12 de julio de 2009

Editorial


“Pasito a Paso”


Hace más de un mes nos propusimos, desde este espacio, empezar a recorrer y, al mismo tiempo, construir nuevos caminos a partir de la comunicación.

Hoy queremos contarles como va este proceso; los tropiezos, los errores, los aciertos que hemos tenido, pero sobre todo, la experiencia que vamos ganando.

Cuando empezamos esta travesía teníamos claro que andar solos no era lo que queríamos, así que decidimos invitar a otros y otras a que nos acompañaran. En ese sentido, “El Andarín” hizo extensiva una convocatoria y para esta segunda edición, ustedes podrán leer algunos artículos de quienes decidieron unirse a este proceso.

Después de la primera edición, nos dimos a la tarea de escuchar las opiniones, observaciones, sugerencias, críticas y las distintas percepciones de las personas que leyeron el periódico. Este ejercicio, además de una evaluación interna, nos llevó a replantearnos ciertas cosas y a darnos cuenta de otras que habían pasado desapercibidas para nosotros. Por ejemplo, lo divertido que resulta para algunas personas llenar un crucigrama, una sopa de letras, resolver acertijos, adivinanzas o problemas. Estas y otras propuestas han sido tenidas en cuenta para esta publicación. Claro, hemos recibido con satisfacción y humildad no sólo las críticas sino también los comentarios positivos frente al trabajo que se viene realizando.

En “El Andarín” hemos asumido la comunicación como un diálogo, como una construcción colectiva y permanente. De esta manera, creemos que es también una búsqueda constante de alternativas que nos permitan encontrarnos, expresarnos, reflejarnos desde nuestras particularidades, necesidades y problemáticas. Búsqueda que, si bien apenas está comenzando, se ha ido enriqueciendo con cada error, cada hallazgo y cada aprendizaje.

Sin embargo, somos concientes que el camino es largo, que aún falta mucho por recorrer y aprender, por cambiar, por construir y, sobre todo, por encontrar nuevos senderos en los que estemos acompañados de otras personas. Por eso, nuestra invitación sigue en pie. El reto es pues, transitar este camino pasito a paso.

sábado, 11 de julio de 2009

Editorial


“Proponiendo Nuevos Caminos”*

Hace poco más de cuatro meses iniciamos el recorrido por estos caminos de la comunicación, pero también empezamos a construir nuestro propio sendero. Cuando partimos soñábamos -y aún lo hacemos- con hacer de “El Andarín” un medio de comunicación que representara los intereses de la comunidad, un espacio de encuentro que permitiera reflejar lo que somos y lo que no, nuestros gustos, vivencias, problemas, luchas cotidianas, nuestras contradicciones, desilusiones y esperanzas, un medio de expresión de y para la gente.

Día a día hemos reafirmado y cambiado posiciones, hemos optado por nuevas y diferentes formas de comunicarnos. Sin embargo, hoy seguimos creyendo que tenemos una responsabilidad y un compromiso con lo que hacemos, y que nuestro papel como medio de comunicación nos exige no sólo preguntarnos por el tipo de mundo y de sociedad en los que queremos vivir, sino también el deber de construirlos.

Y en ésas Andamos, aportando a la construcción de un mundo donde la comunicación sea un derecho humano fundamental que no se reduzca a medios, aparatos y tecnologías. Un mundo donde los medios de comunicación estén al servicio de la comunidad y no ella, al servicio de los medios. Un mundo donde dejen de existir “medios que hablan” para dar cabida a “medios para hablar”. Un mundo donde los medios de comunicación permitan el encuentro con nosotr@s mism@s y, desde allí, se pronuncie la palabra, ésa que “libremente expresada, nos humaniza”. Y en esa pronunciación de la palabra se vaya inventando y forjando un mundo justo, digno, solidario y fraterno para tod@s.

Este es el camino que proponemos desde “El Andarín”. Un camino que se transita “pasito a paso”, pero con la certeza y la esperanza de que algún día, por fin resonarán, y esta vez para siempre, “las voces de los jamás escuchados”.

_________________________________________________________

*El titulo de este artículo pertenece a un poema de Gioconda Belli.


viernes, 10 de julio de 2009

Editorial

¡¡¡Lero, Lero, Volvimos!!!

Hace más de un año “El Andarín” hizo un alto en el camino. Después de cuatro ediciones y con tan sólo un trecho recorrido, fue necesario parar.

Como todo camino, tuvimos trayectos fáciles de Andar pero también otros muy difíciles de sortear. A pesar del compromiso con el trabajo que veníamos realizando desde este espacio, encontramos que hay dinámicas que aunque no nos gusten no podemos evitar. Por ejemplo, que para echar a caminar este periódico necesitamos dinero.

Desde que iniciamos este camino asumimos que hacer comunicación con, desde y para la gente es un proceso. Que al declarar nuestro compromiso y responsabilidad con la transformación de la sociedad en la que vivimos, y que al descartar este medio como un negocio, este tipo de problemas serían más que frecuentes.

Sin embargo hoy, después de los tropiezos, errores, aciertos pero sobre todo aprendizajes, nos hemos vuelto a encontrar para seguir haciendo Camino al Andar. Hoy volvemos a retomar estos senderos con un poco más de experiencia, más seguros de lo que queremos, aunque también con algunas incertidumbres sobre el cómo hacerlo, con nuevas ideas y, además, con nuevos compañeros y compañeras.

Cuando decidimos hacer un alto en el camino, en ningún momento pensamos en abandonarlo, a veces es necesario parar, mirar el sendero que se ha recorrido, tomar fuerzas y volver a empezar. Como dice Silvio Rodríguez “Al final del viaje está el horizonte. Al final del viaje partiremos de nuevo. Al final del viaje comienza un camino, otro buen camino…” Y es ese camino, como lo hemos dicho desde la primera edición, el que queremos que nos acompañen a construir y también a Andar.


jueves, 9 de julio de 2009

Editorial


Construyendo Caminos,

Recorriendo Realidades.


El Andarín volvió a retomar el camino, ése que se construye con cada paso. En esas nuevas andadas nuestro camino se ha cruzado con otros. Se han abierto más senderos, se han unido más caminantes y se han dado muchos más pasos. Por eso creemos que esta construcción va por buen camino.


En esta travesía nos hemos encontrado con diferentes rostros, pensamientos, sentires, voces, palabras y pasos que en algún punto del camino se han juntado con otros para no seguir solos la marcha. Y como vamos comprendiendo que el camino hacia una nueva sociedad; libre, justa y digna se construye colectivamente con la gente, nuestro compromiso no es otro que el de juntar también nuestros pasos y nuestras voces para continuar el camino.


Así, paso a paso, caminando por diferentes senderos, El Andarín ha sido testigo de variadas formas de caminar. Sin embargo, han sido dos los caminos que venimos recorriendo, desde hace no mucho tiempo, con mujeres y hombres, niñas y niños, jóvenes y mayores; caminantes tod@s, que llevan a cuestas horas, días, semanas, meses, años, edades… de resistencia y lucha permanente por construir una vida con dignidad.


Uno de los caminos lo vamos recorriendo con la comunidad asentada en Los Pinos y San Agustín de la vereda Alto los Mangos, ubicada en la Buitrera, zona rural de Cali. Allí, la comunidad en medio del riesgo por la falla geológica del territorio, la zozobra de un derrumbe que se lleve lo poco que queda en pie y la negligencia del Estado para atender esta situación la gente ha emprendido un trayecto encaminado a una reubicación en zona rural que les permita seguir manteniendo el sueño de una vida mejor.


Otros pasos nos han enrutado por el camino que viene recorriendo el pueblo indígena Yanakuna en el Macizo Colombiano, al sur del Cauca. Un camino liderado, en su mayoría, por los jóvenes (chaskis); quienes vienen recuperando y fortaleciendo valores propios de su identidad y cultura andina. Pero también han dado pasos de resistencia frente a la situación de privatización que viene sufriendo el Macizo Colombiano, especialmente, con la explotación del agua por parte de multinacionales.


Decidir caminar con otros es un proceso que nos lleva a revisar nuestro propio camino. Y en este camino es preciso reconocer que nos podemos equivocar, pero asumimos ese riesgo porque también los errores hacen parte de este aprendizaje. Y es construyendo caminos con otros y recorriéndolos juntos como le apostamos a este proceso de comunicación popular. Es al lado de otros, desde otros y con otros como hemos emprendido este largo caminar. Y al caminar con ellos, vamos aprendiendo a mirar y vivir la vida con otros sentidos. A ellos, precisamente, saludamos desde estas líneas y dedicamos este espacio.